/* Apagar las luces ----------------------------------------------- */ #videoLuces { position:relative; z-index:102; } #apagador { max-width:640px; text-align:left; position:relative; height:25px; display:block; margin: 25px 0 0 60px; } .lightSwitcher { position:absolute; z-index:101; background-image:url(https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNzonXoprYZyZMCRCO2j1o6hMPN8ANzrtAbcOfuStRXL79e1_HTbdMUVDeab2FaCtad5f4sbmcjruair9dE7eP_sF4nDVBNL5VrtPsDQt3aUCW3LlX9vGh8voucPBNsRLEovvHmh6FsOI/s16/luces-on.png); background-repeat:no-repeat; background-position:left; padding: 0 0 0 20px; outline:none; text-decoration:none; } .lightSwitcher:hover {text-decoration:underline;} .turnedOff { color:#ffff00 !important; background-image:url(https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgL9_zCgyoUkioXG8_RSgqTjBYTcMW5sspxWriRZgaCtXOq43DNzQZhHZzXWkmbd_0Yx-G4FxT7v4RtZdDk3r9YkaE7VZtQOA9WJW4Jdi7Zp54cUE8VvUIK9574_SBAI5i6PwCztoj1D0/s16/luces-off.png); } #oscuridad { background:#000; opacity:1; /* Opacidad de la pantalla */ filter:alpha(opacity=100); /* Opacidad de la pantalla */ position:absolute; left:0; top:0; width:100%; z-index:100; }


La estación de ferrocarril subterráneo o U- Bahnhöfe berlinesa de Pankstrasse es, además, un refugio nuclear construido bajo el suelo en 1977, en plena “guerra fría”. Actualmente es otra estación de metro más de la línea U8 de la  U-Bahn, pero se construyó con el propósito de albergar a 3.339 personas durante 14 días, en caso de ataque nuclear.

A este tipo de construcciones, una serie de galerías subterráneas comunicadas por las líneas del metro, se las denominaba como: “Instrumento de Propósito Múltiple”, y no es la única. En la línea U7 nos encontramos con la estación de Siemensdamm, en Spandau, construida en 1980 y cuyo refugio podría albergar hasta 4.332 personas. El más grande de estos refugios construidos con un propósito múltiple, sería el túnel de la autopista A2 de Sonnenberg, en Suiza, que daría cobijo a 20.000 personas.
La estación de Pankstrasse se construyó para unir las estaciones de Gesundbrunnen (donde podemos encontrar un refugio de la II Guerra Mundial convertido en museo) y Osloer Strasse, formando la actual línea U8, pero, puestos a escavar, aprovecharon el espacio en una época con la amenaza del fantasma nuclear. Las cuatro entradas de acceso a la estación podían sellarse inmediatamente en caso de ataque radioactivo por unos paneles de hormigón móviles, como el que se aprecia en la foto y que ahora oculta del público el área destinada a refugio. La flecha roja señala la esclusa de aire, único acceso en caso de que el búnker se sellase.
Un muro grueso de hormigón armado, ya preparado a la medida justa y protegido por planchas de plomo, sella los accesos al metro.
Una red de pasillos señalizados con pintura fluorescente marcan el camino a las distintas salas. El búnker tiene su propio suministro de agua potable.
Las camas son estructuras de hierro con lonas, se pueden apilar para formar literas. Y en caso de emergencia, sirven de camillas.
Cada litera tiene un juego de sábanas preparado, para agilizar una evacuación.
Este pasillo comunica el búnker con los andenes.
Una cocina completamente equipada y preparada.
Otra vista de las literas. Ahora no se espera una ataque nuclear, pero en caso de gran catástrofe, se utilizarían, aprovechando que ya están equipadas.
Plano de orientación del refugio.
Sala para asistencia médica.
Se dice que los baños no tienen puertas para evitar suicidios. La explicación más generalizada es la de aprovechar al máximo el espacio y agilizar el movimiento
Este refugio posee una planta de abastecimiento de agua potable, un generador de emergencia eléctrico y dispositivos de control de acceso para evitar la sobreocupación.
Así es un Refugio de Precipitación Nuclear. Su utilidad es la de mantener a la población alejada de la lluvia de partículas radiactivas que se produce después de una explosión nuclear durante al menos dos semanas. Las esclusas de ventilación filtran el aire, para que dichas partículas no se introduzcan en el refugio, pero aunque el aire del exterior entra, minimiza la entrada de polvo radiactivo, parecido a la piedra pómez molida, y bloquea las partículas beta y los rayos gamma, que se transmiten por el aire, (la radiación alfa se transmite por contacto o ingestión)
Cerca se encuentra el Museo de Gesundbrunnen.
Este es uno de los muchos refugios que se construyeron en Berlín durante la II Guerra Mundial. Realmente no protegían de los bombardeos, pero la gente no lo sabía y se refugiaba confiada. Los más resistentes eran los refugios privados y los destinados a las tropas, siendo un medio de escape más que de protección. Garantizaba el movimiento por el subsuelo de la ciudad.
Pasillo de entrada al museo.
La flecha indica que las escaleras bajan. Acceso a los retretes para hombres.
En el museo se han recopilado los objetos que se iban encontrando en los distintos búnkeres de la ciudad. Todo el recorrido está perfectamente señalizado, el cartel de la puerta dice “Atención escalón” y la flecha ya te indica que el escalón baja.
Siempre hay que seguir la dirección de las flechas.
En el museo las literas sí tienen colchones.
En caso de apagón, la pintura fluorescente señala el camino.
Un cuarto normal en cualquier búnker.
Entre los objetos expuestos en el museo, se encuentra esta máquina para encriptar mensajes.
Habitación 4, capacidad 9 personas. Si pudiésemos ver la fotografía en blanco y negro que hay junto a las literas, apreciaríamos que lo de 9 personas es lo ideal, ya que se trata de una foto original de esta misma habitación rebosante de gente, literas compartidas, gente en el suelo, en los bancos, de pie… donde haya hueco. Está prohibido fumar y también te avisan del escalón. Los carteles de prohibido fumar se encuentran en todas las salas y pasillos.
El museo también exhibe los objetos originales encontrados, los que están más nuevos y se salvaron del vertedero. Hay botes de margarina, leche en polvo para bebés, latas de conserva, y hasta brochas de afeitar y papel higiénico. Estos objetos no estaban al alcance de cualquiera, sino en los búnkeres privados.
La red de metro de Berlín es relativamente poco profunda, ya que la ciudad está edificada sobre un valle fluvial y terreno pantanoso (el edificio del Reichstag sin ir más lejos se levanta sobre un pantano). Por ese motivo las construcciones subterráneas no son muy profundas, no se construyeron con la finalidad de proteger de las bombas, sino más bien como una serie de galerías de conexión entre los edificios principales, la red de metro, y como vía de escape. Este refugio subterráneo no es a prueba de bombas atómicas, su misión sería proteger a la población superviviente durante los días siguientes a la catástrofe de la lluvia radiactiva.
Aunque el mundo subterráneo de Berlín es relativamente joven y no demasiado profundo, sigue guardando sorpresas.
Un dato agradable, antes de la necesidad de esconderse bajo tierra para protegerse de las guerras, los subsuelos de Berlín se utilizaban para guardar los tanques de cerveza, como los de esta antigua cervecería de la foto.
La asociación  Berliner Unterwelten ofrece recorridos por todos los refugios, en este enlace podéis ver la galería fotográfica.

0 Responses to 'Pankstrasse. En los subterráneos de Berlín.'

Publicar un comentario